lunes, 25 de noviembre de 2013

La pirita de la suerte


Los duendes son seres afortunados pero ello no impide que sean supersticiosos.
Son afortunados por todo lo que les rodea. Para empezar tienen una larga vida y así tienen  mucho tiempo para compartir con sus seres queridos..
En segundo lugar viven en un paisaje idílico y que se preocupan de preservar. Su bosque es el mejor de todos. De hecho cuando se reúnen los duendes en otros lugares como hace poco ocurrió en Calcena siempre discuten entre ellos pues siempre dicen que su bosque es mejor que el de otros duendes. Es una discusión sin importancia pues siempre terminan cantando y bailando alrededor de una hoguera mientras beben licor de nueces y quemadillo.
Son tan afortunados que a veces al acostumbrarse a la felicidad no la perciben. Es como si se camuflara entre ellos. Solamente se darán cuenta si en algún momento les llegara a faltar.
Aprecian un árbol que les cobija pero en el momento que algún hombre lo tale se darán cuenta que tienen que buscarse otro refugio. Un pequeño despiste de vigilancia del duende y habrá un árbol menos en su bosque. Ahora tendrá que pasar un largo tiempo mientras cuida otros árboles para que lleguen a ser como el desaparecido.
El bosque donde residen tiene muchos tréboles de cuatro hojas. Por eso los residentes del bosque son tan afortunados. Los cuidan pero nunca dicen donde se encuentran para no romper el encanto.
Hay otros objetos que dan mucha suerte y que se obtienen en las minas cercanas del Moncayo. Se trata de la pirita. La pirita es un cubo perfecto. Es curioso pues hasta las más pequeñas tienen una forma de cubo y viéndolas junto a otras de mayor tamaño podríamos pensar que les falta crecer pero es ese su verdadero tamaño aunque sea minúsculo. A veces en los pequeños cubos perfectos de pirita está la fortuna que se pretende, se desea y se busca.
A veces esos minerales se fusionan con otros y aparece un cubo perfecto dentro de otro. Dentro de otro pero algunas esquinas sobresalen de su acompañante como si fuera ese espacio una pequeña parcela que le pertenece aunque esté próximo a su vecino. Es su mundo particular.
El duende siempre lleva un trozo de pirita en pequeña bolsa junto a sus bienes más cotizados. Allí lleva también algunas hierbas y esencias para realizar su trabajo. La pirita le ayudará a tener más fortuna y éxito entre sus compañeros.
¡Ah! pero recordar que hay dos clases de pirita. Una brillante y muy dorada y bonita y otra mas parduzca y de color algo feo. La que realmente se encuentra en el Moncayo y que es la que da suerte a los duendes es esta última. A veces lo que más nos llenará en la vida no tiene por qué ser lo más hermoso...

Por eso los duendes cuando visitaron la cara oculta del Moncayo llevaban una bolsa con algunas piedras de pirita .....

5 comentarios:

  1. Siempre llevo un cubo de pirita dorada en el bolso! Está pulida y pierde ese tono parduzco. El oro de los tontos la llamaban ;-)

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    1. Me encanta que me sigas. (Y yo que había empezado los relatos del blog como algo discretito...)

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    2. Me encantan los bloggeros originales como tú, además los duendes del Moncayo son buenos amigos míos :-)
      Un abrazo.

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  2. En algunas ocasiones encontramos en alguien que acabamos de conocer una parte de nosotros que por algún motiivo habíamos dejado apartada, una parte que nos llena y nos hace ser por unos instantes un poco otra persona que aún siendo uno mismo, no se deja ver en la vida cotidiana.

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  3. Llevo recorriendo desde Navajún hasta Frías "La Costa de las Piritas". Intuyo que cada mariposa, cada búho, cada ranita, cada árbol, cada fuente nos ocultan unos ojos inquietantes para los intrusos. Ellos estaban antes.

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