martes, 25 de diciembre de 2012

Los duendes en el Moncayo y Papá Nöel

En la zona del Moncayo los niños en las fiestas navideñas no piden los regalos a Papá Nöel.
¿Os habeis fijado que los duendes tienen un gorro muy parecido a él?
Hace mucho tiempo eran los duendes los que traían los regalos a los niños que se portaban bien. Almacenaban los objetos en las cuevas cercanas durante todo el año. Esperaban recibir la carta de los niños y según como se habían portado les entregaban sus regalos durante la noche de navidad.
Se ayudaban de sarrios que arrastraban unos trineos y repartían por los pueblos de la la comarca de Tarazona y el Moncayo.
Este es el motivo por el que el gorro es tan parecido al de  papá Nöel. Simplemente éste lo copió. Copió la manera de trabajar los duendes, de sus medios de transporte, de su vestimenta y de la logística.
Papá Nöel se hizo más famoso. Empleó una agencia de marketing americana y su zona de influencia se extendió.
Pero aún así los duendes hacen su trabajo con ahinco y los niños de la comarca le esperan con impaciencia e incluso han franquiciado los servicios de papá Noël para la comarca de Tarazona y el Moncayo.
Así es que si pides regalos a papá Nöel y el que te lo entrega es un duende no te debe extrañar. Trabajan en equipo.
El tema de los reyes es otra historia que os contaré en otro momento.

QUE LOS DUENDES DEL MONCAYO HAGAN QUE SE CUMPLAN VUESTROS SUEÑOS. FELIZ NAVIDAD






viernes, 7 de diciembre de 2012

La fiesta de los duendes en el bosque



Como es sabido los duendes viven muchos muchos años. Este hecho supone que la familia de los duendes se dispersa por bosques cercanos y lejanos adonde han acudido en busca de nuevos horizontes y crean vínculos con otros duendes. Alguna vez se reúnen con sus familiares pero dado que viven tanto tiempo y que crean nuevos lazos el hecho es que se ven con menos frecuencia. Solamente se juntan en momentos claves de la vida de los duendes pero al vivir tantos años apenas se encuentran en los momentos en que los duendes pasan a otra dimensión y se funden con la naturaleza.
Si vivieran solamente un día como las mariposas nocturnas ese día tendría una intensidad enorme pero no es así para el mundo de los duendes.
Existe una fiesta que se celebra cada siete años en el bosque. Todos los duendes acuden al bosque a pasar unos días llenos de paz y alegría. Allí comen, beben, cantan y bailan mientras se cuentan lo acontecido en estos siete años. Conforme va pasando el tiempo se van acusando las faltas de otros duendes en la celebración del día del bosque. Algunos, pocos pues viven muchos años, se han ido ya; otros tienen algunas excusas por nuevas obligaciones y sucede que la fiesta se va aplazando a los 14 años y después a los 21. Ya no son unos días de fiesta sino una jornada o unas pocas horas.
Cuando los duendes alcanzan su medianía de edad ocurre que los nuevos vínculos les hace irse despegando de los primeros y ya casi no llegan a verse.
Es una triste realidad que cuando llega el momento de la partida al bosque, cuando recogen su mochila con los objetos que necesitan para el largo viaje se les echará de menos y lamentarán los momentos que no han vivido con sus duendes cercanos.
Es por eso que no podemos olvidarnos de los duendes próximos a nuestra edad. Más tarde tendremos que ir al bosque a encontrarnos con ellos e igual no conseguiremos encontrarles entre la espesura de la vegetación y el murmullo de los arroyos no nos dejarán escuchar su voz.