lunes, 30 de junio de 2014

"Sonrisa de ángel"


Es una tarde cualquiera de un verano incipiente. Una vieja estación de tren. Un aviso informa de que va a pasar por la vía 1 un tren que no va a parar. ¡Cuántos trenes han pasado cerca de nosotros y los hemos visto circular a gran velocidad  con gran estrépito! Viajeros anónimos dentro de él con un trayecto predefinido. Pasa de largo mientras los viajeros que están en el andén mezclados con gente que viene a recoger o a despedir a familiares y amigos contienen la respiración a su paso. De este modo es como si el fuerte ruido se escuchara más lejano. Manchas de pintura rojas verdes y azules sobre el convoy son la huella de grafitis que han dejado la firma de los sprays de lugares lejanos. Es la forma de viajar que tienen los que la han decorado con prisas por no se descubiertos como los amantes jóvenes.
Sentados en un banco una pareja de ancianos. Él toma la mano de ella ante sus pequeñas protestas. En el fondo pese a esa queja es lo que está deseando la mujer. Sentir el tacto de la mano que le ha acompañado tanto tiempo que le dejará entre sus dedos un leve aroma a tabaco. Cigarros fumados siempre a escondidas.
En el mismo banco una persona espera con ansia a su esposa. ¡Cuánto tiempo hace de otras esperas en otras estaciones! La misma sensación esperando la llegada del tren que traerá a su amada. Una mezcla de nervios y deseo de escuchar el chirrido de las ruedas al frenar en la vía. Al escuchar la queja de la anciana al coger su marido la mano la tercera persona del banco los mira y les sonríe recordando a sus padres ya ausentes pero siempre presentes
 -"Tiene usted sonrisa de ángel", le dice la mujer respondiendo a su sonrisa.  Él piensa mientras les mira piensa que es lo más bonito que le han dicho en su vida y más procediendo de tan hermosa escena. En ese instante le suena el teléfono y contesta. Ellos se levantan y se pierden por el andén sin darle tiempo a decirle nada a ella.
Se escucha un chirrido metálico y el tren deseado llega. Se abren sus puertas y un desfile variopinto de viajeros con equipajes muy diferentes empieza a descender. Por una de ellas aparece su amada. Un abrazo cariñoso un un beso fresco. Le coge su equipaje y se van de la estación cogidos de la mano mientras él no puede dejar de pensar en al escena vivida.